jodida y radiante

Puede que me esté engañando, me acabo de despertar, leo esto, gracias a todos, y me apetece fumar. Quizá sea mentira que dejé la universidad por fumarme un canutillo entre amigos, quizá también lo sea que no he cambiado de trabajo, en vez de ponerme a ello con una carpetita de curriculums, me quedé sentada esperando mis diez euros.

Tal vez sí o tal vez no. Mi desintoxicación lleva cinco días eternos robándome la autodeterminación, tengo que bajar al estanco, tabaco, sólo tabaco. Ayer estuve a punto de caer, salir a buscar mi droga y morir en un campo de opiáceos, pero me acordé. Llevas más de dos años caminando con los ojos enrojecidos, con ese tembleque en las piernas, el miedo a salir a la calle te empotró en casa muchas veces y tú guapa, dejaste de ser la misma, de ser la que querías. Te lo asegura tu prima, tu madre que un día hace no tanto te dijo bajo esos ojos de lucha “Hija, te puedes fumar tres o cuatro porros al día, eso es mejor que el tabaco” Yo asentía bajando los hombros ¡Ojala fueran tres o cuatro porros! Y no uno de tras de otro, eso no se lo dije. Preferí tapar la verdad con una sonrisa “Mama, lo voy a intentar”, formas de tapar la derrota hay mil. Tampoco hoy soy feliz, dicen que esto es algo así como síndrome de abstinencia, me lo como con patatas y zanahoria a ver si así recuperó, sino embellecí el pasado, a la chica de culo inquieto que creí ser. Y me digo “quien me ha robado el mes de abril” de los últimos tres inviernos. Yo, yo, yo, puta ingrata de vida insana que dio las batallas por concluir sin apenas salir de casa. Gracias una vez más, está lucha es mía. Entiendo que no voy a promover el no a la marihuana, me gusta que fuméis, recordadme en todo el proceso, se me cae la baba, que si pulís la china condimentada con nicotina y con suavidad cubrís con el papel, un ligera presión con ambas manos, casi me corro (recurriré a la masturbación para derrotar a chita). Ale, y a fumar. Tayler no es por demostrar nada, ni si quiera a mí, esta lucha es por ser feliz. Tú me conoces y hace demasiado que me rallo y me rallo, me siento, ando, lloro y ni sé como me llamo. Estoy harta de escuchar los sueños de otros, no puedo compartir lo que no tengo. Y este mono anda solo, sólo yo, y nunca supe ser una loba esteparia, ni mierdas que hablen de la vida en soledad. Ayúdame si me quieres ayudar.