jodida y radiante

Amanece y no es una sonrisa eso que dices cuando callas en el reflejo del vaho de espejo del cuarto de baño, eso es de haberte dormido con la cabeza en el suelo y los pies sobre la cama, antes mirabas, fumabas y parabas el mundo ante ti, con la hilaridad de un pensamiento, en una noche cualquiera, ella estaba cerca y no te dejaba dormir.

Que lejos quedaron ya esos días y a un escritor no le gusta saber que su mejor libro ya está escrito. Las historias salen de donde salen las historias, “seguro que está muy guapa cuando sonríe” “seguro que va acompañada de algún guaperas de esos que la bailan el agua” “seguro que no es fiel” “seguro que está muy guapa”
Tambalea, le gusta el lenguaje mundial, mira al suelo, pero no agacha la cabeza, la botella de güisqui había rodado hasta parar en la mesa, no iba a recogerla, pequeño universo particular, perezoso ahora, no si tuviera que salir a buscarla, quizá fuera demasiado tarde hasta para eso.
Sabanas, olor a masturbaciones feroces, pérdidas y desesperadas, las propias necesidades enturbiadas por una ausencia, una chica que le revolucionaba todo, en su caos, en su orden, en su cuerpo, y hasta en la forma inconsciente de mirarla girando sobre si misma, dueña de las palmas y de los acordes que dibujaban sus letras mientras ella soñaba.
Ni si quiera sabes si se marchó o solo es que la perdiste. No agachas la cabeza, “mira, sea que como fuera yo voy a llegar hasta donde llegue” Con las cientos de gotas bajando por la espalda”
Seguro que su historia se compone de diferentes matices y ella le llama poeta cuando él no la puede oír, seguro que postra sus versos ante otros rufianes, no hay cosa que le gusté más que mirarse en el espejo que hacerlo en letras, por eso la tuvo y a retuvo, por eso liaba los porros aunque ella con su frescura los hiciera más finos y más rápido.
Saldrá y otros amortiguadores, aparte del cachito de cama que sostiene sus pies, atenuarán su caída, confía, aunque todo siga siendo un juego de dos caras y en su cabeza ella siga girando sobre si misma, eso le ayuda a mantener dormida pero no muerta la sonrisa que un día desplegará en cualquier cuarto de baño.