Alíñame

por si me necesitas mona lisa
la luna corresponde a los locos
y no puedo competir...
así que sólo espero que ella no me quiera
desnudándote-me
porretas
-
Noventa y nueve cuentos divinos. Joy Williams - * "Una mujer que sentía devoción por su madre y había llorado su muerte todos los días durante años encontró unas postales en una tienda de antigü...Hace 1 día
-
Rorschach Libros 2025 - 1. Kurt Kalata - La guia de los RPG japoneses *Entretenido (3) * 2. Paco Gómez Escribano – Narcopiso *Entretenido (3) * 3. Paco Gómez Escri...Hace 5 meses
-
in the mirror - Se acaba de caer al suelo, borracho como una cuba, que es una expresión que nunca me ha acabado de convencer, pero ahí está, con el hocico enterrado en est...Hace 2 años
-
TIENE LA PALABRA EL JEFE DE LA OPOSICIÓN - Ignoro cuáles eran los concretos motivos del consejo editorial del diario *El País *para negarle el pan y la sal al presidente Gutiérrez, pero lo que sí pu...Hace 2 años
-
Cada oveja con su pareja - Con esta historia participo en el concurso de Zenda *#HistoriasdeAnimales* *CADA OVEJA CON SU PAREJA* Al principio las mariposas siempre revoloteaban...Hace 2 años
-
Lou Reed era español, de Manuel Vilas - "Zaragoza no tiene chimeneas. Tiene un alcalde con barba, o tenía o tendrá: todos los alcaldes son el mismo alcalde. Zaragoza tiene viento, pero no es el v...Hace 5 años
-
Una luciérnaga apagada - A esta hora de la noche, Madrid es una luciérnaga apagada que admite su derrota. Cada chicle aplastado en las aceras representa la huella digital de una pi...Hace 5 años
-
-
-
-
-
Hombre del sur - Eran cerca de las seis. Fui al bar a pedir una cerveza y me tendí en una hamaca a tomar un poco el sol de la tarde. Cuando me trajeron la cerveza, me dir...Hace 11 años
-
Velocidad. - Vértigo triste, en tres castillos. Luto blanco anudado en una cebolla. Sirope de bronce, campanas. Gota fría, acetil. Paseo de ojos desnudados. Un euro derrr...Hace 15 años
-
-
Buscar este blog
Diana frank. Con la tecnología de Blogger.
30 abril 2010
bájame una estrella
Sólo le vi una vez, en esa época
que los recuerdos tienden a confundirse con los sueños y
Madrid era un parque de atracciones repleto de luces y gominolas, no
le olvide nunca, desarmaría todo los armarios por encontrar
esa foto, la maraña de pelo, los rizos y los enredos, sólo
tengo un haz lejano y sonriente de tu presencia.
Viniste a casa, entonces nada sabíamos
de que estaba llena, esta forma de envejecer, de ir perdiendo y de
preservar esta maldita memoria, hoy es un día especial pa
echar mano de ella y contar como hombres y mujeres como tú se
dejaron la vida en un sueño, a muerto un montañero y
otro le alcanza una estrella a la tierra.
Tu historia es un símil de
volar, de saber que un día tomabas un orujo con mi padre y
otro cualquiera saludabas al Everest, entretanto una niña
escondida en el respaldo del sofá observaba las hondas
electrizadas de tu pelo y tiraba de los suyos a ver si eran iguales,
la que quería ser reflejo de dos hombres buenos, mi padre y su
amigo Risi.
Ibas a una expedición y pregunté
“¿aita, no vas con él? La misma pregunta tenía
la respuesta, aita y me sentí, después, cuando entendí,
mucho después, un grano en el culo, muy orgulloso de recitar
los catorce ochomiles y contar que mi amigo va pa allá, que me
faltan palabras y respiración, que se me contagio algo, una
pasión
“Caminante no hay ruta, la montaña
está mostrando su peor cara, deberíamos partir, lástima
que hayamos apostado o ella o nosotros”
Años más tarde años
de cimas y descenso, vienen noticias de la India, Risi ha decidido
quedarse en la montaña, desde Legazpi lloramos y reímos
a la vez, le quedaban cimas, peñascos y vertientes pero el
manto de la nieve se lo ha llevado y ha dejado el cielo despejado,
algo de él sobrevivió al alud y se quedó en mi
casa de Legazpi, en Pamplona, y en lugares donde hombres valientes
quieren.
Hay un libro en casa, mi padre ya no
está, hay un libro para no traicionar la memoria, lo cuenta
una chica, tampoco está, se marchó contigo. Ojeaba la
estantería buscando que leer, daba igual tenía que
conocerlos todos y me tope con Miriam, ¿aita esto qué
es? Lo escribió la novia de Risi, me faltó una
pregunta, ¿ese libro está ahí desde que le
conocí? Cubiertas azules, pequeño, hablaba de ti y de
tu pelo, habla de los dos y de lo alto que aspiráis a respirar
esnifar y beberos, pues en aquel entonces no erais novios, tú
tímido ella guapa, sólo era cuestión de tiempo,
como lo era tener aquello en mis manos, un secreto, por eso lo tenías
en el centro de la estantería.
Brindabais con agua al otro con orujo,
un día tu amigo tenía una niña y tu te echabas
una estrella a la espalda, esa que ella te había pedido y la
niña que se llama Diana, osease yo, que nadie pensaba que iba
a recordar estas cosas, las recuerda y las mal cuenta, veinte años
diez tres, ella escribe, ”bájame una estrella” y yo copio
y pego.
Gracias
Etiquetas:
relato
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios: